06 Nov Mindfulness para ejercitar tu mente

Publicada a las 22:33h en Consciencia, Salud mental by JCarlos 0 Comments

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El mindfulness se ha convertido en un término con amplia resonancia en la última década, para un concepto que se considera relativamente reciente, su relevancia en una gran variedad de culturas a través del mundo vive desde siglos. Pero ¿qué es el mindfulness? ¿qué es lo que implica? ¿qué beneficios puede aportar a nuestras vidas? sigue leyendo para descubrir más sobre este interesante concepto.

¿Qué es el Mindfulness?

“¿Quién es tu enemigo? Tu mente es tu enemigo. Nadie te puede hacer más daño que tu propia mente indómita. ¿Y quién es tu amigo? Tu mente es tu amigo. Nadie te puede ayudar más que tu propia mente, entrenada sabiamente – ni siquiera tu propia Madre o Padre” – Buddha.

El mindfulness se puede definir como la práctica constante de prestar atención, vivir conscientes de nuestro presente y estar abiertos a la experiencia del momento con aceptación, curiosidad e interés.

Todo este concepto puede sonar un tanto espiritual y confuso, ¿Cómo? ¿Es que no vivimos ya en el presente?. Se puede decir que en un sentido físico y tangible si vivimos en un presente, sin embargo, nuestra mente usualmente se encuentra sostenida entre 2 barrancos de nuestra existencia: el pasado y el futuro.

Usualmente nos encontraremos envueltos en algún error que habremos cometido en el pasado o quizá en el recuerdo de una persona a la que extrañamos. Por otro lado, puede que nos encontremos simultáneamente pensando en un compromiso que atenderemos el fin de semana, o simplemente el proyecto que debemos entregar más tarde en el día.

Nuestra mente divaga incesantemente entre un sinfín de estímulos y de ideas, llegándose a abrumar y a perderse entre este cúmulo grandísimo de información a procesar a tal grado, que nos perdemos del presente. Es aquí donde el concepto de mindfulness toma relevancia, ya que a través de su práctica podremos entrenar a nuestra mente a vivir más conscientes de nuestro presente y en turno, tener un control mayor en nuestro proceso de pensamiento.

¿Cómo se practica el mindfulness?

La herramienta principal del mindfulness es la meditación, es a través de esta práctica continua que podemos ir generando este amplio sentido de atención presencial y que da lugar a una mente más sana y a un manejo más efectivo de la misma.

Meditar puede llegar a ser una tarea bastante complicada, ya que lo que estamos intentando hacer es no pensar, acallar estos pensamientos que rebotan en nuestra cabeza casi de manera involuntaria, esto se logra poco a poco y con una práctica constante, ya que en el camino vamos entrenando a nuestra mente a ser más conscientes de nuestro proceso de pensamiento.

Para meditar se requiere de muy poco, tan solo requieres de un lugar cómodo y con pocas distracciones, donde puedas estar sentado de manera correcta, se puede comenzar con sesiones cortas de 5 a 10 minutos diarios en donde el único objetivo será realizar ejercicios de respiración (inhalación- exhalación) mientras intentamos despejar nuestra mente, si esto nos es difícil podemos optar por una variedad de técnicas, como enfocar nuestra atención al sonido de nuestra respiración, o mostrarnos curiosos ante los sonidos de nuestro alrededor.

Hay que tomar en cuenta, sin embargo, que la meditación no es un medio para alcanzar algún fin, más adelante mencionaremos los beneficios de esta práctica en general, sin embargo, estos deben de tomarse más como consecuencias de una práctica a largo plazo, así como sucedería con cualquier práctica de entrenamiento físico, el meditar con un objetivo específico y no obtener un resultado inmediato nos puede generar una decepción innecesaria.

¿Qué beneficios tiene el Mindfulness?

Como ya habíamos mencionado con anterioridad, la práctica de la meditación y el mindfulness pueden tener una variedad de beneficios con respecto a nuestra estabilidad mental, esto a consecuencia de la práctica continua a largo plazo, ya que al entrenar y ejercitar a nuestra mente a estar más conscientes podemos mejorar nuestro proceso de pensamientos en general, esto implica tomar mejores decisiones en el presente, así como detectar con mayor facilidad patrones de conducta erróneos, o focos rojos en situaciones problemáticas con las que nos tendemos a topar frecuentemente en nuestra vida diaria.

Con esta práctica aprendemos a relacionarnos de forma directa con aquello que está sucediendo actualmente en nuestra vida, a aceptarlo y a manejarlo de la mejor manera posible.